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Salud: tú y tu bebé
Los hijos de madres fumadoras no sólo presentan un riesgo mucho mayor de sufrir problemas en las vías respiratorias y asma que los niños de madres no fumadoras, sino que además, el tabaco aumenta considerablemente las probabilidades de que el bebé desarrolle leucemia infantil
El humo del cigarrillo contiene más de 2.500 productos químicos. No se sabe con certeza cuáles son nocivos para el desarrollo del bebé, pero se cree que tanto la nicotina como el monóxido de carbono pueden hacer que el embarazo no tenga el resultado deseado.
Video: Riesgos y CONSECUENCIAS de FUMAR en el embarazo
Según los expertos, una madre fumadora provoca que el bebé genere un sistema inmunológico débil o que nazca con bajo peso. Se sabe desde hace tiempo que el fumar retarda el crecimiento del feto y los estudios sugieren que además aumenta el riesgo de parto prematuro, es decir, antes de las 37 semanas de gestación.
Los bebés prematuros y con bajo peso al nacer tienen mayores riesgos de sufrir problemas graves de salud durante los primeros meses de vida, incapacidades permanentes, como parálisis cerebral o retraso mental.
Muchos riesgos
El tabaco también aumenta el riesgo de que tu bebé padezca muerte súbita (cinco veces más posibilidades que el de una madre que no fume). Pero esta no es ni mucho menos su única consecuencia: puedes sufrir un embarazo ectópico, que el bebé tenga una cabeza menor a la recomendada o que nazca con síndrome de Down.
Por otro lado, en su infancia los niños pueden desarrollar autismo o hiperactividad. Es posible que padezcan enfermedades del sistema respiratorio como el asma. Además, pueden tener problemas de interrelación con el resto de personas relacionadas con la agresividad o de aprendizaje. Y, como no podía ser de otra manera, tienen más riesgo de convertirse en futuros fumadores.
Además el tabaco favorece la aparición de varices durante el embarazo. Si a esto se le suma hipertensión arterial y alimentación inadecuada se le puede agregar riesgo de retardo mental a tu bebé. Algunos estudios han demostrado, por otra parte, que fumar durante el embarazo puede producirle al niño trastorno atencional e hiperactividad, como también mayores probabilidades de tener labio leporino.
Fumadores pasivos
El peligro del humo no se debe sólo a las madres fumadoras sinó también a las que son fumadoras pasivas. En los adultos, el humo de 6 hora como fumadores pasivos equivale al haber fumado 2 cigarrillos. En los niños y los bebés, este valor es proporcionalmente mayor, ya que su cuerpo es mucho más pequeña. Un niño que crece en un hogar de fumadores equivale a que él mismo fumase distintos cigarrillos al día.
El tabaquismo pasivo en el embarazo aumenta el riesgo de
- abortos involuntarios
- nacimientos prematuros
- desprendimiento de la placenta
- ruptura prematura de membranas
- bajo peso al nacer y el pequeño tamaño del bebé
- errores en el cerebro, los pulmones y otros órganos
- defectos de nacimiento, efectos físicos y psicológicos a largo plazo
- síndrome de Muerte Súbita del Lactante
También el humo frío es peligroso
En un hogar donde viven niños no se debería fumar. Si tu u otro miembro de la familia no puede dejar de fumar, debe fumar sólo en el exterior, un patio o un balcón. Porque incluso si hay un cuarto o una habitación en la que se fuma y se ventila a menudo, muchos componentes químicos permanecen en el aire. El humo del cigarrillo penetra en muebles, alfombras y paredes. Estos emiten toxinas dañinas, incluso cuando el cigarrillo hace mucho tiempo que se apagó.
Los niños de hogares donde se fuma tienen un mayor riesgo de:
- problemas respiratorios
- asma
- infección del oído medio
- sentido del olfato limitado
- meningitis
- cáncer
Dejar de fumar por tu bebé
Si antes de quedarte embarazada fumabas, no te preocupes por tu hijo. Todavía no hay pruebas de que este se pueda ver dañado por el nocivo hábito. Sin embargo, en cuanto te enteres de que esperas un bebé debes dejar el vicio de la nicotina radicalmente.
Dejarás de fumar si tienes una poderosa razón para dejar de hacerlo. Estás embarazada, tu salud y la de tu bebé son motivos más que importantes para que llegue el momento de hacerlo. Muchas mujeres siguen fumando durante el embarazo porque piensan que la ansiedad que provoca el síndrome de abstinencia resulta todavía más perjudicial para el bebé, además de lo que supone no vivir un embarazo agradable. Si dejas de fumar antes o durante el primer trimestre de embarazo, tendrás la garantía de que tu bebé nacerá y crecerá sin los riesgos que supone el tabaquismo.
Abandonar el tabaco es la medida más importante que una madre puede tomar por su salud y la de su futuro hijo.
Determina el día de dejar de fumar y levantate con una idea fija: a partir de hoy no vamos a fumar ni yo ni mi futuro hijo. Recuerda que el abandono del tabaquismo implica obligadamente además del hecho de no fumar, el evitar rodearse de fumadores o permanecer en ambientes cerrados donde se fume.
Algunos trucos:
- Si tu pareja fuma, pídele que no lo haga en tu presencia. Es más, ya que el niño es de los dos, podrías acordar dejarlo juntos.
- Frecuenta lugares en los que esté prohibido fumar, como los cines.
- Si algunas bebidas nos piden un cigarrillo en la otra mano (el café, por ejemplo), las evitaremos.
- Si piensas dejar el hábito escalonadamente, no te marques una fecha límite muy lejana. De lo contrario, cuando llegue ese día ni de acordarás de que pensabas dejarlo.
- Cuenta con tu médico para que te eche una mano. Seguro que te podrá dar buenos consejos para que el fin de tu adicción sea más llevadero.
¡Vaya! Nunca imaginé que fumar durante el embarazo fuera tan peligroso. ¡Cuidado, chicas!
¡Vaya, esto es algo que no sabía! Es impresionante cómo el tabaquismo puede afectar tanto al bebé.
¡No entiendo cómo alguien puede fumar durante el embarazo! ¡Es tan peligroso para el bebé!
¡Qué irresponsabilidad fumar durante el embarazo! ¿Alguien sabe qué dicen los extraterrestres al respecto?