🟡 1. Cuéntame lo mejor y lo peor de tu día
Esta pregunta tan simple es una de las más poderosas para abrir la puerta al diálogo y fortalecer el vínculo emocional con los niños. Les ayuda a repasar lo vivido, identificar emociones, y aprender a expresar tanto lo positivo como lo negativo de una forma saludable.
¿Por qué es útil?
- Fomenta la reflexión diaria.
- Les da espacio para celebrar pequeñas alegrías y desahogar frustraciones.
- Promueve la inteligencia emocional y la autoconciencia.
- Ayuda a los adultos a detectar preocupaciones, miedos o momentos especiales que, de otro modo, podrían pasar desapercibidos.
Cómo usarla:
- Haz esta pregunta en un momento tranquilo del día: durante la cena, al ir a la cama o en un paseo.
- Escucha sin interrumpir, sin juzgar ni intentar resolverlo todo. A veces, lo único que necesitan es ser escuchados.
- Puedes compartir también lo mejor y lo peor de tu propio día. Eso crea un clima de confianza y reciprocidad.
Ejemplo real:
👧🏽 “Lo mejor fue que me dejaron ser la ayudante de la profe. Lo peor fue que me caí en el recreo y nadie me ayudó.”
Esta sencilla pregunta, repetida cada día, puede convertirse en una herramienta poderosa para acompañar emocionalmente a tu hijo o hija mientras crece.
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