Mi nombre es Laura, tengo 32 años, y hace poco más de un año me embarqué en la aventura más increíble de mi vida: ser mamá. Desde el momento en que vi las dos rayitas en el test de embarazo, supe que mi vida cambiaría para siempre. Y no solo por la llegada de mi bebé, sino también por todo lo que descubrí sobre mi cuerpo, especialmente sobre mi suelo pélvico.
Durante las primeras semanas del embarazo, me sentí abrumada por la cantidad de información que había sobre cómo cuidarme. Había leído sobre la importancia de fortalecer el suelo pélvico, pero realmente no entendía qué tan crucial era hasta que mi amiga Marta, que había dado a luz seis meses antes, me contó su experiencia. Ella tuvo un parto complicado y me habló de cómo el fortalecimiento del suelo pélvico podría haberla ayudado. Fue entonces cuando me di cuenta de que debía prestarle más atención a esa parte de mi cuerpo.
Empecé a investigar y encontré los ejercicios de Kegel. Al principio, los hacía un poco perdida, sin saber si realmente estaban funcionando. Fue entonces cuando mi ginecóloga me recomendó utilizar un dispositivo como el PERIFIT. Me explicó que era una herramienta que se conectaba a una app y que me ayudaba a saber si estaba haciendo los ejercicios correctamente. Fue una revelación. Poder ver en tiempo real cómo respondían mis músculos me dio la motivación para ser constante.
A medida que avanzaba el embarazo, también empecé a usar el EPI-NO DELPHINE PLUS para preparar el perineo para el parto. Admito que al principio me daba un poco de miedo, pero al poco tiempo, me sentí más segura y confiada en mi capacidad para dar a luz. Sabía que estaba haciendo todo lo posible para prevenir desgarros y facilitar la recuperación posterior.
El día del parto fue intenso, como cualquier otro, pero me sentía preparada. Gracias a los ejercicios y al uso de estos dispositivos, el parto fue mucho más fluido de lo que esperaba, y el trabajo en el suelo pélvico hizo una gran diferencia. No solo me ayudó durante el parto, sino que también noté que mi recuperación fue mucho más rápida que la de algunas amigas que no habían prestado atención a este aspecto.
Después del nacimiento de mi hija, me enfoqué en la recuperación postparto. Sabía que el cuidado del suelo pélvico no terminaba con el parto. Continué con los ejercicios de Kegel y utilicé el PERIFIT como parte de mi rutina. Era un momento del día que me dedicaba a mí misma, y aunque a veces era difícil encontrar tiempo con un recién nacido en casa, siempre me recordaba lo importante que era seguir cuidando de mi cuerpo.
Además, descubrí lo útiles que son productos como el sacaleches inalámbrico PERIFIT PUMP. Con mi bebé, había días en que no tenía tiempo ni de sentarme, así que tener un sacaleches eficiente y cómodo fue un gran alivio. Me permitió mantener la lactancia sin sentirme agobiada, y eso hizo toda la diferencia en mi experiencia como madre.
Ahora, un año después del nacimiento de mi hija Paula, puedo decir que todo el esfuerzo valió la pena. Mi cuerpo ha cambiado, pero me siento fuerte y saludable. Entiendo la importancia de cuidar el suelo pélvico, no solo durante el embarazo, sino como una parte integral de la salud femenina. Ser mamá ha sido un viaje increíble, y estoy agradecida por haberme informado y cuidado de la manera en que lo hice. Mi hija es el regalo más grande que he recibido, y me alegra haberme preparado de la mejor manera para recibirla en este mundo.