Los 10 miedos más comunes de las mamás y papás primerizos

¿Qué preocupa a los padres?

Convertirse en padres por primera vez es una de las experiencias más maravillosas que puede experimentar una persona. Sin embargo, este acontecimiento también es motivo de preocupaciones y miedos ya que los padres somos conscientes de la gran responsabilidad que conlleva criar a un hijo. De hecho, no solo las madres albergan temores sobre esta nueva etapa de sus vidas.

Un estudio realizado en la Universidad de Northwestern reveló que hasta un 10% de los padres primerizos también sufren depresión postparto debido a los miedos que experimentan ante la paternidad.

En sentido general, las madres y padres solemos preocuparnos por los posibles problemas de salud del bebé, por nuestras competencias para cuidar al pequeño, los ajustes que tendremos que hacer en la economía familiar y el tiempo que tendremos disponible para dedicar a sus hijos. Sin embargo, aunque estos suelen ser los temores más frecuentes entre los padres primerizos, no son los únicos.

¿Qué temen los padres?

La salud del bebé. 

Comprobar a cada rato que el bebé respira mientras duerme, esterilizar todos los objetos con los que estará en contacto y estar pendiente de cada uno de sus movimientos es un patrón común en la mayoría de las madres o padres primerizos. Según un estudio, las madres son las que más pendientes y preocupadas suelen estar por la salud del bebé, aunque eso no significa que a los padres no les preocupe que su bebé pueda enfermar.

Las competencias para educar al bebé. 

Otro de los mayores temores de los padres primerizos se relaciona con la capacidad para asumir el rol de madre y padre. Para muchos la maternidad y la paternidad es una gran fuente de tensión, sobre todo durante el primer año de vida del bebé, ya que les aterra cometer errores. El desconocimiento y la falta de experiencia ante la crianza son otros factores que agravan esa sensación de incapacidad.

Manipular al bebé. 

La mayoría de los padres primerizos creen que su bebé es muy frágil y delicado, por lo que tienen miedo a manipularlo y lo hacen con mucho cuidado, como si fuera a romperse. De hecho, durante las primeras semanas muchos padres tienen miedo de tomar en brazos a su bebé, un temor que se acrecienta cuando se trata de bañar al niño, cambiarle los pañales o darle de comer. Afortunadamente, con el paso de las semanas se va adquiriendo más confianza y este miedo desaparece.

La economía familiar. 

Un estudio realizado por investigadores de la University at Albany, en Estados Unidos, ha desvelado que al 20% de los padres les preocupa la economía familiar después del nacimiento de un hijo. A las madres trabajadoras, que además tienen una carrera profesional consolidada, también les preocupan este aspecto ya que saben que su baja por maternidad puede implicar riesgos económicos y profesionales a largo plazo.

La alimentación del bebé. 

Muchas madres tienen miedo a no producir leche suficiente para amamantar a su bebé. Saben que la leche materna es fundamental durante las primeras semanas de vida del pequeño y temen afectar su desarrollo si no pueden lactarlo. Sin embargo, las madres no son las únicas que se preocupan por la alimentación del bebé, a los padres también les preocupa tener que alimentar al pequeño en caso de que la madre no pueda hacerlo.

La organización del tiempo. 

Se trata de un motivo de preocupación y uno de los mayores temores de los padres primerizos, quienes no están seguros de poder gestionar bien su tiempo con la llegada del bebé y las responsabilidades que ello acarrea. Por una parte, les preocupa no contar con el tiempo suficiente para dedicarse a sus aficiones, su trabajo y a la pareja. Por otro lado, temen que las responsabilidades y el trabajo consuman la mayor parte del día, restándole tiempo para su hijo.

La calidad de vida.

Todos los padres son conscientes de que la llegada de un bebé cambia la rutina en casa. Por eso, es normal que se preocupen por cómo será su vida a partir de ese momento, si tendrán tiempo para disfrutar en pareja, si podrán llevar una alimentación saludable como hasta el momento o practicar deporte con la misma frecuencia que antes. La apariencia física es otro de los aspectos que suelen preocupar a los padres, sobre todo a las mamás.

Los accidentes con el bebé. 

Muchos padres tienenmiedo a que el bebé se caiga, se golpee la cabeza o se atragante. De hecho, es usual que durante los primeros meses tanto la madre como el padre tengan miedo a dejar al bebé solo, tomarlo en brazos para subir o bajar escaleras o incluso temen usar el portabebés.

La relación de pareja. 

Los padres son conscientes de que la llegada de un bebé cambiará sus rutinas y se convertirá en el centro de atención de sus vidas, lo cual hace que se cuestionen el curso que tomará su relación de pareja. Los cambios en la esfera sexual, específicamente en la libido de la mujer y la frecuencia del coito, son otro motivo de dudas y temores.

La crianza del bebé. 

Educar a un niño no es una tarea fácil, por lo que es comprensible que esa responsabilidad asuste a muchos padres, sobre todo quienes temen que sus errores afecten de alguna manera al bebé. Afortunadamente, con el paso del tiempo esa ansiedad va disminuyendo.