El sentido del humor no se hereda, se aprende ¿Lo sabías?

¿Por qué es beneficioso estimular el sentido del humor en los niños?

Solemos pensar que los niños son alegres por naturaleza. De hecho, es muy fácil hacerlos felices ya que basta muy poco para dibujar una sonrisa en su rostro. Sin embargo, lo cierto es que los niños no nacen con un buen sentido del humor sino que lo desarrollan a medida que crecen, fundamentalmente a partir de la interacción con sus padres.

En este sentido, un estudio realizado en la Universidad de New Hampshire desveló que los niños no son capaces de determinar si una situación es graciosa o no por sí solos antes del año de vida, se trata de una habilidad que empiezan a desarrollar a partir de los seis meses de edad siguiendo el ejemplo de sus padres.

De tal padre, tal hijo

Investigadores estadounidenses analizaron cómo reaccionaban unos 30 niños, con edades comprendidas entre los 6 y 12 meses, ante situaciones absurdas o que resultaban indiferentes. En unos casos les mostraban escenas inusuales, otras veces imágenes ridículas y en algunas ocasiones situaciones simpáticas. Además, les pidieron a los padres que se rieran o se mostraran indiferentes ante las diferentes escenas.

Los científicos descubrieron que cada vez que mostraban una imagen, los niños miraban a sus padres buscando pistas sobre cómo debían reaccionar ante esa situación. Cuando los niños notaban que sus padres se reían, imitaban su comportamiento. Cuando sus padres mantenían una actitud indiferente, los pequeños hacían lo mismo. Se trata de un fenómeno que se conoce como “referencia social” e indica el mecanismo inconsciente a través del cual los niños escudriñan la reacción de sus padres para saber si se enfrentan a un peligro potencial o si pueden estar tranquilos.

Al aplicar el mismo experimento a niños mayores de un año, los investigadores encontraron que los pequeños reían por sí solos ante las situaciones que les resultaban simpáticas, aunque sus padres se mostraran indiferentes.

Lo que sucede es que los niños no nacen teniendo sentido del humor, sino que aprenden lo que es divertido o no observando la reacción de sus padres ante cada circunstancia. Esto significa que no heredamos el sentido del humor, que este no se encuentra codificado en nuestros genes, sino que comenzamos a desarrollarlo entre los 6 y 12 meses de edad a partir de la interacción con nuestros padres.

Obviamente, si los padres ríen a menudo y enfrentan los problemas con una sonrisa en los labios, es probable que sus hijos aprendan a reaccionar de la misma forma. Al contrario, si los padres se muestran indiferentes durante la mayor parte del tiempo o se enfadan con facilidad, es probable que sus hijos desarrollen un mal carácter.

¿Por qué es beneficioso estimular el sentido del humor en los niños?

Desarrollar el sentido del humor no solo les enseña a los niños a ver la vida desde un punto de vista más alegre y optimista sino que también es una poderosa herramienta para su desarrollo personal. Un estudio realizado en la Université Paris Ouest Nanterre La Défense, en Francia, encontró que el sentido del humor contribuye a que los niños aprendan mejor. En práctica, estos investigadores demostraron que los niños que más ríen mientras aprenden algo nuevo, son capaces de repetir mejor esa tarea; en comparación con los pequeños que ríen poco o que enfrentan el aprendizaje con mayor seriedad.

¿Por qué?

La risa aumenta los niveles de dopamina a nivel cerebral y activa el sistema de recompensa, lo que significa que cuando los niños ríen se sienten más motivados y pueden concentrarse mejor en el aprendizaje. De hecho, también se ha apreciado que el buen humor estimula la memoria y facilita la integración de la nueva información, haciendo que sea más fácil recordar lo que se ha aprendido.