¿Qué es la crisis de los 8 meses?

La ansiedad de separación en el octavo mes de vida

La ansiedad de separación: Un «problema» que aparece en el 8 mes de vida

Hacia el octavo mes de vida el bebé comienza a desarrollar lo que en el ámbito de la psicología se conoce como ansiedad de separación o angustia de separación.

Como indica su nombre, se trata de un sentimiento de ansiedad que el niño experimenta al darse cuenta que su cuidador (generalmente el padre o la madre) le puede abandonar.

Los signos característicos

El signo más evidente de la ansiedad de separación es que el bebé no socializa como antes con las personas que le resultan extrañas.

Es decir, antes el pequeño podía “irse con cualquiera” puesto que mostraba una actitud muy abierta ante los desconocidos. Sin embargo, ahora es arisco e incluso llora cuando ve que un desconocido intenta cogerle en brazos.

Otro signo que evidencia la ansiedad de separación es el llanto del bebé cuando intentan dejarlo solo en su cuna o cuando pierde de vista a la madre o al padre. Esto se debe a que el pequeño no es capaz de entender que esta persona regresará pronto, todo lo que comprende es que su fuente de seguridad le ha abandonado.

¿Qué es la crisis de los 8 meses? Es un problema falso

En la cultura popular se ha arraigado la idea de que el bebé no se adapta a otras personas porque la madre o el padre lo malcrían demasiado teniéndolo en brazos durante mucho tiempo.

En realidad, la ansiedad de separación forma parte del desarrollo normal del bebé por lo que no hay motivos para preocuparse demasiado. No es un problema sino una reacción natural del pequeño que se irá atenuando con el tiempo.

Una buena estrategia para paliar la ansiedad de separación es hablar al bebé aunque éste no te pueda ver. Por ejemplo, si estás en otra habitación. También se recomienda que cuando tengas que dejarlo durante varias horas, lo hagas con personas que ya conozca y con las cuales se sienta seguro.