Los beneficios de salir a pasear en familia

Salir a pasear con los niños es una alternativa excelente para pasar tiempo de calidad en familia disfrutando de un entorno diferente. De hecho, se trata de un buen plan para romper la rutina, vivir nuevas experiencias y estimular la comunicación con los pequeños de casa.

Sin embargo, lo que muchos padres no conocen es que salir a pasear con los niños no es un simple plan de ocio, también puede reportar muchísimas ventajas para el desarrollo infantil, tanto en el plano físico como emocional y cognitivo.

Cinco buenas razones para pasear más con los niños

Estimula las funciones cognitivas

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido, ha desvelado que los niños que disfrutan con sus padres de actividades al aire libre muestran un mayor desarrollo de sus funciones cognitivas. De hecho, encontraron que pasear al aire libre estimula la concentración y la capacidad de observación, así como la creatividad, la concentración, la imaginación y el pensamiento reflexivo. Además, es una excelente herramienta para potenciar el desarrollo del lenguaje, la expresión extraverbal y las habilidades comunicativas en los niños.

Fomenta la autonomía

Se ha demostrado que los pequeños que pasean con sus padres con frecuencia desarrollan una mayor independencia y autonomía, en comparación con quienes pasan la mayor parte del tiempo en casa entretenidos con los videojuegos. La clave radica en que los paseos al aire libre estimulan los sentidos infantiles y los animan a descubrir su entorno, lo cual les hace ganar autoconfianza. A la vez, estos paseos son una oportunidad para adaptarse a los cambios y relacionarse con nuevas personas, lo cual potencia aún más la independencia infantil.

Consolida las habilidades motoras

Pasear al aire libre es un ejercicio estupendo para que los niños pongan a prueba sus habilidades motoras y desarrollen al máximo sus capacidades físicas. El simple acto de caminar, saltar o correr les permite desarrollar la motricidad gruesa, a la vez que contribuye a fortalecer sus huesos y articulaciones. En cambio, las pequeñas acciones que realizan a lo largo del camino, como recoger una flor, son un ejercicio estupendo que les ayuda a perfeccionar la motricidad fina y le permite coordinar mejor sus movimientos.

Favorece la regulación emocional

El ejercicio físico es una herramienta muy útil para que los niños aprendan a gestionar mejor sus emociones. De hecho, se ha demostrado que los pequeños que practican actividad física con frecuencia logran relajarse con mayor facilidad, regulan mejor su ansiedad, gestionan de forma más asertiva la impulsividad y son capaces de controlar mejor la ira. Lo que sucede es que el ejercicio físico estimula la liberación de endorfinas, unos neurotransmisores producidos por la glándula pituitaria y el hipotálamo, cuya función es generar una sensación de bienestar y relajación. Esto también explica por qué los niños que realizan más ejercicio físico y disfrutan de los paseos al aire libre suelen conciliar el sueño más rápido y duermen mejor.

Contribuye a mantener bajo control el peso corporal

En España, la obesidad infantil es un problema que ha ido ganando terreno durante los últimos años. De hecho, se estima que uno de cada cuatro niños padece sobrepeso. Se trata de un problema de salud que aumenta el riesgo de padecer otras patologías en la infancia, como la diabetes y la hipertensión arterial, a la vez que incrementa las probabilidades de desarrollar algunas enfermedades crónicas en la edad adulta, como las alteraciones del corazón. Sin embargo, una excelente manera para mantener bajo control el peso de los niños es motivarlos a llevar un estilo de vida activo, lo cual implica muchos paseos en familia.