Consideraciones generales
Las quemaduras solares se producen por una sobreexposición a los rayos solares. Estos contienen radiación ultravioleta, muy perjudicial para la salud ya que provoca, entre otras muchas dolencias, cáncer de piel.
Pueden ser de primer y segundo grado. Las primeras de ellas afectan sólo a la epidermis (la capa más superficial de la piel) y las segundas también a la dermis y provocan ampollas.
Síntomas
- Piel enrojecida, sensible y caliente cuando se toca
- Ampollas (en el caso de que sean de segundo grado)
- Desprendimiento de la capa superficial de la piel
- Pueden darse también reacciones extremas como náuseas, escalofríos, mareos y fiebre
Tratamiento
Para calmar el dolor son útiles los baños y duchas frías o aplicar toallitas húmedas con agua a baja temperatura alrededor de 15 minutos varias veces al día. También se puede administrar una loción calmante, así como una crema de aloe vera. También, puedes preguntar en tu farmacia por una medicina que se puede adquirir sin receta médica adecuado que sirve para aliviar el dolor.
Prevención
Ante todo, usar protector solar con un factor adecuado (al menos 30) que se debe aplicar media hora antes de comenzar a la exposición (para que penetre bien en la piel). Durante la toma se debe renovar cada dos horas, así como después de cada baño.
El sol es más perjudicial desde las 10 de la mañana a las 4 de la tarde. Se debe su exposición a estas horas. Además, hay que ser extremadamente cuidadosos con los lactantes y los niños, ya que son más sensibles.
El mayor riesgo de las quemaduras solares no radica en la molestia que pueden causar sino en el riesgo de padecer en la edad adulta un cáncer.
El efecto de la radiación ultravioleta es acumulativo, es decir, la piel se acuerda de todas las estimulaciones recibidas por parte del sol (como quemaduras). Como consecuencia, si has maltratado a tu piel, esta puede manifestar una enfermedad cutánea muy grave, como un cáncer, en el futuro.