Las 5 enfermedades más comunes del bebé en el primer año

¿De qué suelen enfermar los bebés?

Los niños pequeños se enferman con facilidad, son una especie de “esponja” que recoge los agentes patógenos del ambiente. Esto se debe a que su sistema inmunitario aún es inmaduro, lo cual les deja más expuesto ante los virus y bacterias del medio. Por eso, durante el primer año de vida las enfermedades son pan cotidiano, sobre todo las de origen infeccioso.

¿De qué suelen enfermar los bebés?

1. Gripe e infecciones respiratorias. La gripe y los resfriados son una de las enfermedades más frecuentes en los bebés durante su primer año de vida. Básicamente, son provocadas por una infección vírica o bacteriana que afecta los pulmones del pequeño y que se transmite a través del contacto directo con las mucosidades o por la inspiración de los virus o bacterias que se encuentran en el aire. En la mayoría de los casos suelen provocar dolor de garganta, fiebre, tos, inapetencia, decaimiento, vómitos y diarreas. No obstante, a veces se pueden complicar provocando una infección de las vías respiratoria o los pulmones, como la neumonía o la bronquitis, por lo que es importante que los padres se mantengan atentos a su evolución.
    
2. Gastroenteritis. Se trata de la inflamación de la mucosa del estómago, conocida como gastritis, y de los intestinos, conocida como enteritis. En otras palabras, la gastroenteritis es la inflamación e irritación de todo el tracto digestivo causada por una infección microbiana o vírica. Suele deberse a una alteración de la flora bacteriana, a una alergia alimentaria o al consumo de determinados fármacos que afectan la flora intestinal. En la mayoría de los casos provoca inapetencia y náuseas, así como diarreas, vómitos, fiebre y debilidad generalizada. Suele ceder rápidamente con una dieta saludable y fácil de digerir, aunque en ocasiones es necesario recurrir al tratamiento farmacológico.
    
3. Otitis. Se estima que entre el 80% y el 90% de los niños sufre una infección de oído antes de los 3 años. Básicamente, se trata de una inflamación del oído medio, una cavidad que se encuentra justo detrás del tímpano, y puede deberse a diferentes causas, desde traumatismos del conducto auditivo externo hasta factores infecciosos o incluso el inicio de la dentición. La otitis suele provocar una ligera presión sobre el tímpano que genera dolor, así como la aparición de pus y una disminución de la audición. También puede generar cambios en el apetito y en los hábitos de sueño, así como irritabilidad y dolor que se extiende hasta la mejilla.
    
4. Diarreas bacterianas o virales. Se conoce que 1 de cada 6 niños visita al pediatra cada año a causa de un episodio agudo de diarrea bacteriana o viral. En la mayoría de los casos está causada por una infección, pero también puede deberse al consumo excesivo de zumos de frutas. Se puede identificar fácilmente debido a la composición acuosa y la coloración de las heces del bebé, así como por la frecuencia de las deposiciones. También puede acompañarse de otros síntomas como vómitos, dolor abdominal, fiebre, escalofríos y dolores musculares.
    
5. Dermatitis del pañal. Las rozaduras del pañal, también conocidas como dermatitis del pañal, es uno de los problemas más frecuentes durante el primer año de vida del bebé. De hecho, se estima que uno de cada cuatro bebés padece dermatitis del pañal durante su primer mes de vida. Al cabo de los dos años, la mayoría de los niños ya habrán sufrido en carne propia este problema al menos una vez. Este tipo de dermatitis provoca irritación, enrojecimiento, picor y ardentía en la zona del pañal. En muchos casos el bebé se recupera sin mayores complicaciones, pero a veces pueden proliferar hongos en la zona o dar lugar a una irritación crónica, lo cual resulta más difícil de tratar.