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Qué es la preeclampsia y cómo prevenirla
Se estima que el 8% de las embarazadas sufren preeclampsia, fundamentalmente a partir de la semana 37 del embarazo, aunque también puede aparecer antes, en el momento del parto o durante las primeras 48 horas después de haber dado a luz.
La preeclampsia es una complicación asociada a la gestación que se caracteriza por la presión arterial alta y los niveles de proteína elevados en la orina. En algunos casos es leve, pero a veces progresa rápidamente y se convierte en una afección severa.
¿Cuáles son los síntomas de la preeclampsia?
Los síntomas más comunes de la preeclampsia pueden confundirse con los problemas típicos del embarazo, por lo que es importante que te mantengas atenta y, ante las dudas, consultes al médico. Es fundamental que estés pendiente de la presión arterial, ya que este es el principal síntoma para detectar la preeclampsia. No obstante, también hay otros indicios:
– Retención de líquidos, que se manifiesta con una hinchazón fundamentalmente en manos y cara
– Dolor abdominal en el lado derecho, acompañado de náuseas y vómitos
– Aumento anormal de peso, aproximadamente un kilo por semana
– Dolor de cabeza intenso que no desaparece
– Cambios en la visión, como ver puntos o luces centelleantes o tener visión borrosa
– Orinar poco
Causas de la preeclampsia
La causa exacta de la preeclampsia no se conoce, aunque se sabe que se trata de un problema multideterminado. De hecho, existe un factor genético ya que las mujeres cuya madre o abuela han sufrido preeclampsia durante el embarazo, son más propensas a desarrollarla.
Además, se conoce que sufrir obesidad o diabetes, así como tener el embarazo en una edad avanzada o en la adolescencia, son factores que pueden contribuir a la aparición de la preeclampsia. Fumar, estar expuesta a un gran estrés, realizar trabajos pesados, algunas enfermedades renales e inmunológicas, así como los embarazos múltiples también aumentan el riesgo.
Recientemente se ha descubierto que en las mujeres que tienen preeclampsia, el ovocito no invade por completo el trofoblasto, por lo que no es capaz de integrarse completamente en la pared uterina como para alcanzar los vasos sanguíneos que irrigarán la futura placenta. En esos casos, dado que no llega suficiente sangre a la placenta, algunas células mueren y liberan toxinas, que pasan a la circulación de la madre y son las principales responsables de la hipertensión.
Complicaciones de la preeclampsia
Las consecuencias de la preeclampsia para la salud de la madre y el bebé dependerán del nivel de gravedad del trastorno, así como del momento de su aparición ya que, mientras antes aparezca en el embarazo, más peligrosa resulta.
Algunas mujeres que sufren la forma severa de preeclampsia pueden desarrollar lo que se conoce como Síndrome HELLP. Se trata de un trastorno en el que se destruyen los glóbulos rojos y se produce un déficit de plaquetas. En otros casos también se puede ver afectado el funcionamiento del hígado, los riñones e incluso el cerebro, debido a que se produce una disminución importante del riego sanguíneo.
En el caso del bebé, como también hay un riego sanguíneo menor hacia el útero, puede presentar problemas de crecimiento o tener otras complicaciones de salud en el momento de nacer. También hay riesgo de que se produzca un desprendimiento prematuro de la placenta. Por eso, cuando la preeclampsia aparece a partir de la semana 37 del embarazo, lo más usual es que los médicos decidan provocar el parto, para evitar cualquier riesgo para tu salud y la de tu bebé.
¿Se puede prevenir?
Algunos factores que dan lugar a la preeclampsia no se pueden evitar, otros sí. Por eso, se recomienda que durante el embarazo:
– No fumes, ya que el tabaco puede dañar los vasos sanguíneos. Además fumar en el embarazo tiene efectos negativos para la madre y el bebé.
– Mantén tu peso corporal bajo control manteniéndote activa.
– Evita el estrés y relájate siempre que puedas.
– Lleva una dieta sana y rica en nutrientes que no pueden faltar en el embarazo como el calcio, vitaminas C y E, omega-3 y ácido fólico.
¡Vaya, la preeclampsia parece ser una montaña rusa de emociones! ¿Alguien más se sintió así?
¡Vaya tema interesante! Nunca supe que la preeclampsia podía ser tan complicada.
¡Es sorprendente cómo hay tantas cosas que desconocemos! La preeclampsia puede ser una condición muy grave y complicada. Es importante estar informado y concientizar sobre ella para prevenirla y tratarla adecuadamente.
¡Vaya! No tenía idea de que la preeclampsia fuera una complicación tan seria durante el embarazo.
¡Es sorprendente lo poco que se conoce sobre los riesgos durante el embarazo! Es fundamental que las mujeres estén informadas y tomen medidas para proteger su salud y la de sus bebés. Gracias por compartir esta información importante.