Lactancia en público: ¿Cómo estar más cómoda?

Hacia la normalización de la lactancia en público

Los bebés no entienden de horarios ni de espacios públicos, por lo que en algunas ocasiones el momento de la toma puede sorprenderte fuera de casa.

En esos casos, lo ideal es que encuentres un sitio tranquilo para que puedas alimentar a tu pequeño cómodamente.

Hacia la normalización de la lactancia en público

La lactancia materna es muy beneficiosa para el bebé, por lo que debería mantenerse al menos hasta los seis meses de vida y, si es posible, incluso durante todo el primer año. Obviamente, durante ese espacio de tiempo la madre debe ser capaz de llevar una vida social lo más normal posible, por lo que de vez en cuando necesitará alimentar a su bebé en público.

Posponer el momento de la toma no es una buena idea, ni para ti ni para tu bebé. Considera que tu pequeño debe poder alimentarse a demanda, cada vez que lo necesite. Retrasar la lactancia generará un estado de insatisfacción e irritabilidad que le producirá ansiedad y estrés pues tu bebé sentirá que sus necesidades básicas no están satisfechas.

Además, posponer la lactancia hasta que lleguéis a un sitio más “adecuado” también puede poner en riesgo tu salud ya que las tomas frecuentes son esenciales para prevenir las molestias que se producen cuando las mamas están llenas y que pueden dar pie a complicaciones como la mastitis o la obstrucción de los conductos galactóforos.

Por desgracia, a muchas madres todavía les da vergüenza amamantar en público, tienen miedo a llamar desfavorablemente la atención de los demás y a lo que estos puedan pensar.

No obstante, lactar a un bebé es un acto natural, por lo que no es extraño que cada vez más asociaciones prolactancia insistan en que deben ser las propias mujeres quienes se atrevan a cambiar esos estereotipos y apoyen a las madres que necesitan alimentar a sus bebés en público.

Claves para amamantar fuera de casa

Lactar a tu bebé en público no es tan cómodo como hacerlo en casa, pero si vas preparada, no debería convertirse en un problema.

Un detalle importante es cuidar la postura. Si vas a darle el pecho a tu bebé sentada en una silla, asegúrate de apoyar bien la espalda. Lo ideal es que coloques algo debajo del brazo, como el bolso, para que estés más cómoda. También puedes cruzar una pierna para que el bebé quede a la altura de tu pecho.

Si debes dar el pecho en un sitio al aire libre, como la playa o un parque, puedes sentarte en el suelo con las piernas cruzadas. Intenta apoyar la espalda a un árbol, para que estés más cómoda. Otra alternativa es pedirle a tu pareja que se siente de espaldas a ti, para que puedas apoyarte en él mientras dura la toma.

Usar ropa cómoda también te permitirá darle el pecho a tu bebé con mayor facilidad. Las camisetas, por ejemplo, son más prácticas que las camisas ya que te bastará levantarlas un poco. De hecho, la mayoría de las madres encuentra más cómodo levantar la ropa desde la cintura que descubrir toda la parte superior ya que así se deja todo el pecho al descubierto.

No obstante, existen prendas especiales para la lactancia que tienen un diseño muy discreto y son fáciles de usar. Estas prendas se basan en la superposición de dos telas en la parte del pecho, de manera que podrás dejar una en la parte superior para que alimentes a tu bebé de manera más reservada.

Otras madres prefieren apoyarse en los fulares y bandoleras portabebés, una opción muy cómoda y versátil ya que no solo te permiten portear sino que, si necesitas darle el pecho a tu pequeño, también te brindarán cierta protección ante las miradas de los demás.

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Otra opción es llevar un fular o chal, que pueda servirte para tapar un poco el cuello o arropar a tu bebé, sobre todo en los días más fríos.