Comprobar la salud del bebé por sus heces

¿Cuándo preocuparse o acudir al médico?

Aunque no solemos hablar mucho de ellas, lo cierto es que las heces pueden convertirse en buenas aliadas para monitorizar nuestro estado de salud y detectar problemas que de otra manera pasarían inadvertidos. De hecho, las deposiciones de color amarillento pueden indicar problemas de vesícula o de hígado mientras que encontrar trozos de alimentos en ellas puede ser señal de dificultades para digerir. Los bebés no son una excepción. De hecho, es fundamental que los padres comprueben sus caquitas para saber si todo está en orden o si, al contrario, existe algún problema.

El meconio: Las primeras deposiciones del bebé

La consistencia de las deposiciones de un bebé cambia con rapidez, es algo natural y no significa que tenga un problema. De hecho, durante los primeros días de nacido observarás que las heces de tu bebé tienen un color verde muy oscuro, casi negro, y una consistencia viscosa. Es lo que se conoce como meconio.

El meconio se forma durante el periodo fetal y está compuesto por el líquido amniótico, las secreciones del estómago y el hígado del bebé, así como por las células muertas que se han desprendido de su piel y tubo digestivo. Lo usual es que los bebés expulsen el meconio durante sus primeras 48 horas de vida, por lo que si tu pequeño no lo hace, consúltalo con el médico.

¿Cómo cambian las deposiciones del bebé?

Una vez que el bebé haya expulsado esos meconios, a partir del tercer o cuarto día de vida, aparecen las heces de transición. Estas deposiciones suelen tener un color verde más claro, son bastante líquidas y tienen un olor desagradable muy fuerte.

Cuando se han eliminado por completo los restos de meconio, las heces del bebé tienen un olor menos intenso, aunque ligeramente ácido, y adquieren un color más amarillento, como el de la mostaza. Además, tienen una textura ligeramente grumosa.

No obstante, si es alimentado con leche de fórmula, las deposiciones suelen ser de un color marrón y tendrán una consistencia más pastosa. Si además le estás dando un suplemento de hierro, sus heces adquirirán un color muy oscuro, casi negro. No te alarmes por ello.

¿Cuándo preocuparse o acudir al médico?

–        Heces espumosas de color verde brillante. La primera leche que sale del pecho materno es baja en calorías, luego se produce una leche más grasa y nutritiva. Si las heces de tu bebé tienen una consistencia espumosa y son de color verde brillante, es probable que esté consumiendo una gran cantidad de esa leche que se produce al inicio. Para solucionarlo basta que en la próxima toma comiences por el pecho con el que terminaste en la toma anterior.

–        Heces con mucosidad. Cuando las deposiciones tienen un color verdoso, con franjas brillantes, puede deberse a una infección o una alergia. También le suele pasar a los bebés que babean mucho ya que no siempre digieren bien la saliva.

–        Heces con sangre roja. La sangre puede aparecer en las deposiciones del bebé por muchas razones, puede tratarse de simple estreñimiento o podría indicar una infección bacteriana, una alergia a la proteína de la leche o problemas intestinales. Pide cita con el médico para encontrar la causa.

–        Heces de color negruzco. Si las heces de tu bebé son muy oscuras, del color del meconio pero menos pegajosas y más consistentes, y no le estás dando ningún suplemento ni has realizado ningún cambio en su alimentación que explique ese color, quizá se trate de melena; sangre digerida que normalmente proviene de la porción superior del tubo digestivo. Consulta inmediatamente al médico.

–        Heces de color pálido. Estas deposiciones parecen arcilla y suelen indicar que no se produce suficiente bilis, un fluido que contribuye a darle color a las heces. Por eso, este tipo de deposiciones suelen indicar un problema en el hígado o la vesícula. Pide cita con el médico.