¿Cómo producir más leche materna?

Consejos para producir más leche materna para tu bebé

La lactancia materna es vital para el desarrollo saludable del bebé durante sus primeros meses de vida. De hecho, la leche de la madre no solo es la principal fuente de alimentación del bebé sino que también previene algunas infecciones ya que fortalece su sistema inmunitario. Además, la lactancia materna fortalece el vínculo entre la madre y su hijo, a la vez que le brinda una mayor sensación de seguridad al bebé, haciéndole sentir más tranquilo y relajado.

La mayoría de las madres logran amamantar a su bebé sin problemas, pero hay casos en los que la producción de leche se reduce considerablemente y resulta insuficiente para satisfacer el apetito del pequeño. Esto se conoce como hipogalactia, la escasa producción de leche que puede hacer que el pequeño pierda peso.

Generalmente este problema se debe a la falta de estimulación del pecho ya que para que la madre produzca leche, el bebé debe succionar el pezón, un estímulo que activa la hipófisis anterior haciendo que libere prolactina, la hormona encargada de la secreción de leche. En otros casos, la ausencia de leche materna está relacionada con una succión inadecuada del bebé, lo cual también afecta la producción de prolactina. 

5 claves para estimular la producción de leche materna

1. Comienza a lactar cuanto antes. Existen determinados factores que pueden retrasar la lactancia, desde una cesárea, complicaciones en el parto hasta que el bebé requiera cuidados médicos especiales. No obstante, si no existe ningún impedimento, es importante que comiences a lactar inmediatamente a tu hijo. Si bien es cierto que tras el parto comenzarás a tener leche de forma natural, cuanto antes comiences la lactancia, más rápido comenzará la hipófisis a producir prolactina y más leche tendrás.
    
2. Amamanta a demanda. Por lo general, los bebés suelen tener hambre cada dos o tres horas debido a que en cada toma consumen muy poca leche. Sin embargo, aunque muchas madres piensen que esto puede ser un problema, en realidad no es así ya que mientras más lacte el bebé, más leche se producirá. Por eso, lo ideal es amamantar al pequeño siguiendo su propio ritmo, dejando que sea él quien te indique cuándo tiene hambre o se siente saciado.
    
3. Antes de pasar al otro pecho, asegúrate que ha terminado con el primero. La producción de leche no solo está regulada por la prolactina sino también por la capacidad del pecho, de manera que si las glándulas mamarias no se han vaciado completamente, la producción de leche se reducirá para no sobrepasar su capacidad. Por tanto, si el bebé no consume toda la leche contenida en un pecho, es probable que la producción de esta disminuya. Para evitar este problema, espera hasta que el bebé termine la leche de un pecho, y solo después pásalo al otro.
    
4. Utiliza extractores de leche. Si lactas con frecuencia a tu bebé y aún así no estás produciendo toda de leche necesaria, valora utilizar un extractor de leche. Estos extractores son dispositivos, manuales o de baterías, que se colocan en los pechos para succionar y extraer la leche. Se trata de un mecanismo artificial que cumple la misma función que tiene la succión natural del bebé, de manera que si lo usas entre tomas podrás estimular aún más la producción de leche e incluso almacenar un poco en la botella del bebé para cuando estés fuera de casa.
    
5. Los galactogogos como última opción. Los galactogogos son un tipo de sustancia que estimula la producción de leche, y que debe ser recetado específicamente por un médico en casos de hipogalactia severa. Se trata de un componente que se encuentra de forma natural en algunas hierbas como la alholva, el cardo bendito y la alfalfa, que se pueden consumir en infusiones. Los galactogogos también se encuentran en algunos medicamentos como la metoclopramida, la domperidona y la sulpirida, pero no debes recurrir al consumo de este tipo de sustancia sin antes consultar a tu médico para que te ayude a detectar dónde radica el problema.