¿Qué es el calostro materno?

La primera leche materna fuente de grandes beneficios para el bebé

El calostro no es más que la primera leche que produce la madre, apenas da a luz a su bebé. Tiene una consistencia espesa, debido a que es rico en inmunoglobulinas, grasas, proteínas y minerales. De hecho, se afirma que el calostro es la mejor vacuna que se le puede poner a un recién nacido, y contiene tres veces más proteínas que la leche definitiva de la madre.

Normalmente el calostro es de color amarillo o naranja, debido a que contiene una gran cantidad de betacarotenos, un agente antioxidante muy beneficioso para el bebé. No obstante, el color puede variar de una mujer a otra, en algunos casos puede ser más blanco, de color rosa o café claro. Esto se debe a que la alimentación de la madre puede influir en el color.

En realidad, el cuerpo de la embarazada comienza a producir el precalostro a partir del tercer o cuarto mes de la gestación, razón por la cual los pechos pueden gotear un poco. No obstante, el calostro en sí dura tan solo dos o cinco días, momento a partir del cual se comienza a producir la leche definitiva.

La cantidad de calostro que produce la madre normalmente es poca, pero no te preocupes porque es suficiente para alimentar a tu bebé durante los primeros días y activar su sistema inmunitario. Además, como su sistema digestivo apenas está empezando a funcionar, solo necesita pequeñas cantidades de leche.

¿Por qué el calostro es tan beneficioso para el bebé?

El calostro contiene toda la información genética del sistema inmunitario de la madre, por lo que le aporta al bebé la protección que necesita durante sus primeras semanas de vida, hasta que su sistema inmunitario sea capaz de defenderse por sí solo.

En el calostro hay lo que se conoce como “factores de transferencia”, que no son más que diminutas moléculas cuya misión es “educar” las células inmunes del bebé para que se activen y se mantengan alertas ante los peligros potenciales.

De hecho, esta leche es rica en inmunoglobulinas, anticuerpos fundamentales para prevenir diferentes infecciones. Se conoce que tiene agentes inmunizantes contra las bacterias E. coli y que son capaces de neutralizar diferentes toxinas, virus y bacterias. Esta lecha también contiene diferentes vitaminas, entre ellas la A, B, E y B12.

En el calostro también hay una serie de aminoácidos, que son fundamentales para el metabolismo celular y la regeneración de las células. De hecho, si el bebé no recibe la cantidad suficiente, puede sufrir un trastorno del crecimiento. También posee ácidos grasos poliinsaturados de cadena larga, los cuales son esenciales para el desarrollo del sistema nervioso central del bebé durante su primer año de vida.

Además, el calostro contiene factores naturales de crecimiento, los cuales protegen la capa de proteínas de las células musculares, aceleran el crecimiento de huesos y cartílagos y, a la vez, impiden que las células dañinas se desarrollen. Por si fuera poco, algunos tipos de factores de crecimiento también influyen en el sistema inmunitario estimulando la producción de inmunoglobulinas.

Esta leche también es rica en lactoferrina, una glicoproteína cuya función principal es captar el hierro y facilitar la absorción de este mineral. Además, tiene propiedades antiinflamatorias, antivirales y antimicrobianas. Y cuando se combina con la lisozima, protege al bebé de diferentes enfermedades.

El calostro y el sistema digestivo del recién nacido

El calostro tiene una función protectora pero también desempeña un papel esencial para el delicado sistema digestivo del recién nacido. De hecho, contribuye a que el pequeño pueda expulsar el meconio. Además, esta leche tan especial contiene nutrientes, como los oligosacáridos, que permiten que proliferen los bifidobacterium, bacterias buenas que deben colonizar el intestino del bebé y que le protegerán ante los intrusos bacterianos.