¿Tu hijo no duerme «bien»? Los siguientes 10 consejos para aprender a dormir pueden ayudar a que duerma mejor.
Muchos niños tienen problemas del sueño. Esto puede deberse a distintas razones. Una vez descartado que el niño no tenga alguna enfermedad estos 10 consejos elaborados a partir de las recomendaciones de distintos expertos en el sueño infantil, son una buena guía para aprender a dormir.
Índice
El sueño no es un castigo
Aprender a dormir implica tener una actitud positiva hacia el acto de dormir. Esta es la mejor manera de desarrollar unos buenos patrones de sueño. Así que plantea el sueño como algo hermoso y no lo utilices para castigar o aislar al niño.
Tener una rutina definida
Para aprender a dormir es importante tener un ritual de hábitos fijo. Eso permitirá que el niño reconozca los distintos momentos de la tarde y le dará seguridad. Aabrá que pronto será hora de dormir. Disfruta de los últimos minutos con tu hijo antes de acostarse y procura que se relaje. Puedes encontrar más consejos sobre cómo desarrollar un buen ritual de sueño en el artículo Rituales para conciliar el sueño. Aquí te damos algunos trucos para fijar en este ritual:
- Usar palabras clave: Unas palabras concretas pueden indicar el final de la tarde y que ha llegado el momento de dormir: “Shh, buenas noches mi amor» o “Felices sueños” pueden indicar que debe domirse. Usa estas palabras y frases sólo inmediatamente antes de que el niño tenga que dormirse.
- Música y sonidos: Una alternativa a las palabras de sueño es utilizar un CD con música relajante o sonidos de la naturaleza como el océano o el bosque que puedan acompañar a tu hijo. Puedes volver a ponerlo si tu hijo se despierta por la noche.
- Un cuento: A algunos niños les gusta que les lean un cuento antes de dormir, o incluso mirar un cuento con dibuijos. Son una buena manera de hacer que se metan en la cama y se relajen. Puedes encontrar libros especialmente pensados para niños de distintas edades en nuestra sección Libros para niños.
Un ambiente tranquilo
Evita la agitación justo antes de que se acueste. Los juegos de movimiento o la televisión no son aconsejables. De lo contrario existe el riesgo de que tu hijo esté demasiado alterado para ir a dormir. El dr. Zulley hace hincapié en la importancia de que «la calma precede a la calma», y en ello los padres juegan un papel muy importante: Es importante ir a la una, que los padres no se sienten delante del televisor y el niño tenga que irse a la cama. Se trata de que reciba el mensaje de que “ahora no sólo tú tienes que descansar, sino todos” y que no se sienta excluido o aislado. De lo contrario puede preocuparse en exceso o enfadarse y si no está tranquilo no se dormirá. También la disciplina es cosa de los padres.
No forzar la siesta
Las siestas son importantes para tener un sueño equilibrado, pero las necesidades de sueño de un niño disminuyen con la edad. Después del cuarto año muchos niños no hacen siesta. Tu hijo no está obligado a dormir la siesta, no debes forzarle, podría quedarle una mala experiencia con el sueño. En su lugar favorece ratos de descanso donde tu hijo pueda descansar aunque no duerma. El descanso es importante para que el niño no esté demasiado alterado o molesto por el cansancio.
Fijar unos horarios
A partir del sexto mes de vida el bebé también se ha desarrollado físicamente bien así que no necesita comer durante la noche y puede dormirla toda seguida. A partir de ese momento deben fijarse los momentos para comer y para dormir, para que tenga un ritmo y una rutina con la que pueda cumplir y acostumbrarse. Esto es vital para aprender a dormir.
Procura que el niño esté despierto como mínimo tres o cuatro horas entre los distintos momentos de sueño. Recuerda que llevarlos más tarde a dormir no asegura que descansen, pues un niño demasiado cansado a veces tiene más dificultades para dormir. Sobre las 19h es un buen momento para que los más pequeños duerman, aunque con la edad se atrasa hasta las 21h.
No todos los niños son iguales, por ello debes observarle bien antes de determinar su horario de sueño. Fíjate bien a que hora duerme mejor o remolonea más. No debes presionarle para que se adapte a unos horarios, es mejor diseñarlos en función de su sueño.
Suficiente ejercicio durante el día
Asegúrate de que tu hijo se mueva lo suficiente durante el día. Mejor si es al aire libre. Si se mantiene activo durante el día le será más fácil conciliar el sueño por la noche.
Dormir con los padres
No hay nada en contra de que un niño duerma en la cama de los padres. Sin embargo, hay algunas precauciones de seguridad que debes tener en cuenta para que no se corra ningún riesgo. El colecho como una opción definitiva debe valorarse muy bien y realizarse sólo cuando no supone una molestia para ninguno de los miembros de la familia. Todos, padres e hijos, deben tener una buena sensación. Si es algo esporádico, pues el niño está enfermo o asustado, a tu lado se sentirá más seguro y cómodo. Puedes encontrar más información al respecto en el artículo Dormir con los padres: ¿sí o no?.
Un entorno de sueño adecuado
Tener un ambiente agradable es lo mejor para aprender a dormir bien. La habitación en la que tu hijo debe dormir tiene que estar bien ventilada, tranquila y que puedas oscurecerla fácilmente. Procura comprar un colchón de buena calidad. Puedes encontrar consejos sobre el entorno de sueño del bebé en nuestro artículo 13 Consejos para un buen entorno para dormir.
El cariño y la proximidad
Nada da más seguridad a los niños que saber que sus padres siempre están ahí para ellos. Demuéstrale a tu hijo con el contacto físico, las caricias y la proximidad constante que tu estás allí. Así el niño perderá la sensación de estar solo y seguramente llorará menos por las noches para asegurarse que estás allí.
Ayudas para dormir
Un animal de peluche le proporciona a tu hijo compañía y puede compensar la separación nocturna de los padres. Muchos niños tienen un animal de peluche favorito o quizá una prenda de ropa. Si no es el caso de tu hijo puedes darle algún peluche tú misma. Asegúrate que es un peluche de una sola pieza que no se desmonte o tenga piezas pequeñas. De todas formas es más seguro esperar a que el niño cumpla un año antes de meterle juguetes en la cama al dormir.
El sueño es una cosa muy personal. Como padres vais a desarrollar la capacidad de detectar cuando el niño está cansado, y cuando necesita dormir. Recuerda que la base más importante para aprender a dormir de manera sana es mantener una regularidad en las rutinas diarias.
¡No puedo creer que alguien diga que el sueño no es un castigo! ¡Es lo mejor del día!
No entiendo cómo alguien puede disfrutar de perder tiempo en un estado de inconsciencia. Hay muchas cosas emocionantes y productivas para hacer en el día, el sueño solo nos detiene. ¿No te parece?
¡Estoy en desacuerdo con lo de no forzar la siesta! ¡La siesta es lo mejor del día! 😴💤
¡Disculpa, pero no puedo estar más en desacuerdo contigo! La siesta interrumpe mi ritmo y me deja aún más cansado. Prefiero aprovechar el día al máximo y descansar bien por la noche. ¡Cada uno tiene sus preferencias! 💪🌞
¡Hola! Me encantó el artículo y todos los consejos, pero ¿y si quiero forzar la siesta? 😅 ¿Alguien más?
¡Hola! Entiendo que a veces queramos forzar la siesta, pero es importante recordar que el descanso natural del cuerpo es lo mejor para nuestra salud. ¡Ánimo, seguro encuentras otra forma de relajarte! 😊
Estoy de acuerdo con tener una rutina definida, pero ¿quién dijo que el sueño es un castigo? ¡Es mi momento favorito del día!
Yo creo que lo mejor para dormir bien es tener un elefante de peluche en la cama.
¡No puedo creer que digan que el sueño no es un castigo! ¡Claro que lo es, especialmente cuando tienes insomnio!
¡Pff, si el sueño no es un castigo, entonces soy una delincuente! 😂 #TeamInsomnio
¡Estoy en desacuerdo con el consejo de no forzar la siesta! ¡Las siestas son mi salvación!