Cinco consejos con los que educar mejor a tu hijo

¿Cómo educar mejor a nuestros hijos?

Esta es una pregunta que muchos padres se realizan a diario y para la cual, no hay una respuesta sencilla ni recetas mágicas. Sin embargo, podemos comenzar abriéndole las puertas a la buena educación y al sentido común. De hecho, no podemos olvidar que nosotros somos el espejo en el cual se verán los niños y, más tarde, tendrán la tendencia a reproducir nuestros comportamientos y actitudes. Por tanto, una paternidad sensata comienza con una vida sensata.

Cinco aspectos a considerar para ser buenos padres

Educar con sentido común significa relacionarse con el niño con tranquilidad, desde una perspectiva objetiva y, sobre todo, sin pretender ser perfectos. Hay padres que están tan preocupados por su desempeño que olvidan la espontaneidad y no disfrutan de esos momentos únicos que viven con sus hijos. Por eso, la regla básica para vivir una paternidad sensata consiste en tener referentes, puntos de apoyo que guíen en la educación, pero sin agobiarse, exigirse demasiado ni presionarse constantemente. ¿Cómo lograrlo?

Adecuar las expectativas. 

Una de las principales fuentes de frustraciones son las expectativas demasiado elevadas. Cuando esperamos que los niños se comporten de manera impecable y no lo hacen, nos molestamos o nos recriminamos porque pensamos que hemos fallado como padres. Sin embargo, educar con sensatez también implica no esperar lo imposible. Los niños son niños y es normal que se equivoquen o que no sean capaces de seguir al pie de la letra determinadas órdenes. Adecuar tus expectativas a su edad implica asumir una actitud más madura y sensata que te permitirá actuar de manera más equilibrada.

Aprender de los errores. 

Los errores no son situaciones a evitar sino aprendizajes para el futuro. Educar con sentido común significa, ante todo, aceptar que como padres podemos cometer errores y, transmitirles esta visión positiva a nuestros hijos. De esta manera, cuando crezcan, no serán de esas personas que no se arriesgan por miedo a fallar.

Enfrentar los problemas con sentido del humor. 

Ser padres no es tarea fácil, a menudo encontrarás situaciones ante las cuales no sabes cómo reaccionar o que te hacen perder la paciencia. En esos casos, echar mano al sentido del humor es fundamental porque de esta manera le estarás enseñando a tus hijos que enfadarse no sirve de nada y que es mejor aprender a descubrir las aristas positivas de los problemas, en vez de centrarse en los aspectos negativos.

Encontrar el propio modelo educativo. 

La espontaneidad es fundamental en el momento de educar. No importa cuántos libros sobre educación leas, los padres también deben escuchar a su instinto y guiarse por este. Lo más importante es que no eduquen desde los dogmatismos sino desde sus convicciones, que encuentren un punto medio entre lo que recomiendan los expertos y lo que les dicta su corazón. Ten siempre en mente que no eres el profesor de tu hijo y tampoco su amigo, sino su padre.

Disciplinar a base de respeto y amor. 

Muchos padres se quejan porque sus hijos son indisciplinados o irrespetuosospero este problema casi siempre proviene del hogar, ya sea porque los propios padres no se relacionan de manera respetuosa con el niño o porque son demasiado benevolentes.

En este post os hablamos sobre: libros infantiles sobre el AMOR. Puede que te sean de utilidad en la educación de tu hijo, ¿no?

Los niños necesitan reglas claras, de esta forma se sienten más seguros y saben hasta dónde pueden llegar. Sin embargo, estas normas no deben ser impuestas, sobre todo cuando el niño comienza a crecer.

En la medida de lo posible, deberás negociarlas y hacerle comprender su importancia. A veces usar un “por favor” o un “gracias” puede hacer más milagros que una reprimenda, una imposición o un castigo