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¿Cómo es el tercer trimestre del embarazo?
¡Felicidades! Ya estás en la recta final del embarazo y probablemente no puedes aguantar la curiosidad por conocer a tu bebé. Ya falta poco.
Cuando comience este trimestre tu bebé pesará poco menos de 1 kilo pero su peso prácticamente se triplicará en los próximos meses así que tendrás que estar preparada para que la barriga crezca.
En las últimas semanas lo usual es aumentar medio kilo a la semana.
Ahora los nervios y sentidos del pequeño están muy desarrollados por lo que puede percibir con mayor nitidez los estímulos del medio y notarás que reacciona ante un ruido fuerte o una luz intensa.
Tu cuerpo está en efervescencia
Tu cuerpo se está preparando para el momento del parto por lo que a partir de la semana 27 suelen aparecer nuevas molestias.
Los dolores de espalda, sobre todo en la parte baja, son muy comunes y a veces aparecen simplemente cuando caminas un poco, subes las escaleras o te sientas. Esto se debe a que el bebé ha crecido y está desplazando tu centro de gravedad, lo cual afecta tu postura. Además, las hormonas hacen que tus ligamentos se distiendan y el útero presiona con más fuerza algunos nervios.
También suelen aparecer calambres en las piernas, sobre todo durante las noches.
Una excelente estrategia para aliviarlos consiste en pedirle a tu pareja que te dé un masaje o estirar los músculos de las pantorrillas poniéndote de pie y doblando ligeramente la rodilla, apunta los dedos de los pies hacia delante y luego flexiónalos hacia arriba.
A partir de la semana 29 algunas mujeres comienzan a padecer de hemorroides, incluso si nunca las habían tenido.
No obstante, la buena noticia es que normalmente desaparecen después del parto.
En la semana 30 es probable que empieces a sentirte más cansada y que tengas problemas para dormir. También puedes volver a experimentar esos cambios de humor que tuviste al inicio del embarazo, los cuales se deben a los cambios hormonales y a la preocupación por el parto.
En la semana 31 muchas mujeres comienzan a notar que sale líquido de sus pechos, es el calostro, una sustancia de color amarillento muy nutritiva para el bebé.
En este trimestre es fundamental que te mantengas atenta a la presión sanguínea ya que suele subir un poco. No obstante, síntomas como un aumento rápido de peso, hinchazón en manos y cara, visión borrosa y dolor de cabeza persistente pueden indicar que estás desarrollando un cuadro de preeclampsia.
Las contracciones de Braxton Hicks
En la semana 31 algunas mujeres empiezan a experimentar una serie de contracciones involuntarias que pueden confundir con el inicio del trabajo de parto pero que en realidad son mucho menos dolorosas e irregulares. No obstante, pueden aumentar su frecuencia dos semanas antes del parto.
Estas contracciones tienen la misión de preparar el útero y ayudarlo a madurar para el momento del parto. Si ocurren cuatro cada una hora y no son particularmente dolorosas, no debes preocuparte, tu bebé aún no pretende salir. No obstante, si notas un cambio en el flujo vaginal o sientes dolor abdominal intenso, entonces deberías acudir inmediatamente al médico.
Llevar la cuenta de los movimientos del bebé
Los médicos recomiendan que a lo largo de este trimestre te mantengas muy atenta a los movimientos del bebé. De hecho, lo ideal es que los anotes todos los días para que puedas notar si existe algún cambio. Debes elegir una hora en la cual el bebé suele estar muy activo y todos los días, a la misma hora, anota el tiempo que tardas en sentir diez movimientos. Como regla general, debes sentir 10 movimientos en 2 horas.
Considera que los movimientos fetales son un indicador del bienestar del pequeño por lo que una reducción de la actividad puede indicar algún problema por lo que debes comunicárselo inmediatamente al médico para que se cerciore de que todo va bien.
Prepárate para el momento del parto
Si aún no has ido a las clases de preparación para el parto, a partir de la semana 28 deberías empezar a asistir. Es conveniente que conozcas todas las etapas por las que transcurre el parto y que aprendas a lidiar con ellas porque así te sentirás más tranquila. También puedes apuntarte a clases sobre lactancia y cuidados del bebé.
A partir de este momento, el médico te pedirá que acudas a consulta cada dos semanas y más adelante, a partir de la semana 36, te pedirá que acudas semanalmente. Puede pedirte que repitas algunos análisis para descartar cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual y, si tienes el factor Rh negativo, te pondrán la inyección de inmunoglobulina Rh para evitar que desarrolles anticuerpos que podrían atacar al bebé.
A partir de la semana 33 muchos especialistas recomiendan que te des masajes en el perineo, así podrás prevenir los desgarros durante el parto. Hazlo de forma suave y lenta porque ese tejido es muy sensible. Recuerda no presionar la zona de la uretra porque puede causar irritación o incluso infección.
Puedes invertir las últimas semanas del trimestre en crear un plan de nacimiento, quizás no se pueda seguir al pie de la letra pero te sentirás más tranquila al saber que la persona que te asiste durante el parto está al tanto de tus preferencias. También puedes ir ultimando detalles, sobre todo en la habitación del bebé e ir organizando su ropa.
Las últimas
A medida que se acerca la fecha del parto, es probable que estés más nerviosa e impaciente. Quizás estas semanas te parezcan más largas que todo el embarazo, tendrás que tener paciencia. Ahora el cartílago de la pelvis ha comenzado a expandirse para permitir que el bebé pase.
Por eso es normal que comiences a caminar con un ligero balanceo. A partir de la semana 35 algunos bebés descienden y se produce lo que se conoce como encajamiento. En este momento puedes sentir menos acidez y la sensación de ahogo desaparece.
En la semana 37 ya estarás a término por lo que el bebé puede llegar en cualquier momento. Ahora ya está completamente formado, debe medir entre 48 y 51 centímetros y pesar unos 3 kilos. En cada visita el médico te hará un examen abdominal para detectar la posición del bebé.
Si pasa la fecha del parto, no debes desesperarte porque solo un 5% de los pequeños nace en la fecha prevista. No obstante, pasada la semana 40, el médico te realizará una serie de pruebas para saber si es seguro continuar con el embarazo o si es necesario inducir el parto.