Actividades para mejorar la psicomotricidad del niño

Entrenamiento para estimular la psicomotricidad en los bebés

Actividades para mejorar la psicomotricidad del niño

El ritmo de crecimiento y desarrollo del bebé es diferente para cada niño, lo que significa que las habilidades que un pequeño puede llegar a alcanzar en seis meses, a otro le puede costar un poco más de tiempo. Sin embargo, esto no implica que el bebé sufra alguna alteración o que sea incapaz de desarrollar estas habilidades. En la mayoría de los casos no existe ningún problema de base, por lo que será suficiente con poner en práctica algunos ejercicios sencillos para que mi bebe camine.

7 ejercicios de psicomotricidad para el bebé durante los primeros años de vida

  1. Mantener el equilibrio. Se trata de un ejercicio excelente para estimular el equilibrio de los bebés de entre 2 y 4 meses. Consiste en poner al bebé boca abajo, encima de un rodillo ubicado a la altura del pecho. En esta posición, debes sujetar al bebé por las piernas e impulsarle suavemente hacia delante y hacia atrás, imitando los movimientos que harías al llevar una carretilla. 
  2. Fortalecer el cuello. Los bebés de menos de 4 meses no tienen los músculos del cuello lo suficientemente fuertes, por lo que no pueden sostener bien la cabeza. Un ejercicio muy eficaz para tonificar estos músculos consiste encolocar al bebé boca abajo sobre una superficie en forma de cuña, mientras juega. Aprovecha esta postura y pasa la mano por su espalda, al estimular los nervios que van desde la columna hasta el cuello, harás que levante la cabeza, logrando que tonifique los músculos. También puedes colocar un juguete delante de sus ojos y hacer que voltee la cabeza hacia uno y otro lado.
     
  3. Estimular el tronco. Un ejercicio ideal para estimular el tronco del bebé de menos de 4 meses consiste en colocarlo sobre una pelota grande y balancearlo de un lado a otro. Se puede utilizar cualquier balón grande, lo mismo una pelota de playa que de Pilates. Por supuesto, es fundamental que sostengas firmemente al bebé, para que no resbale de encima del balón.
     
  4. Técnica del rodado. Se trata de una técnica perfecta para enseñarle a los bebés de 3 meses a girarse. Tumba al bebé boca arriba, sostén su brazo y atráelo hacia ti, con mucha suavidad, hasta que se ponga de costado. Repite el ejercicio con ese mismo brazo varias veces y luego cambia de brazo. Luego, puedes intentar que el bebé se voltee solo: coloca un juguete a su costado, mientras está boca arriba, para que tenga que voltearse si quiere agarrarlo.
     
  5. Ejercicio para aprender a sentarse. A partir de los 4 meses de edad, el niño comienza a hacer sus primeros intentos por sentarse, pero los músculos de su espalda aún son débiles. Por eso, es importante fortalecer estos músculos con algunos ejercicios muy sencillos. Por ejemplo, cuando el bebé intente sentarse puedes sostener el brazo del lado por el que se va a inclinar y ayudarlo a incorporarse lentamente, dando tiempo para que se apoye, primero sobre el codo, y luego sobre la mano.
     
  6. Potenciar el gateo. Entre los 6 y 7 meses el bebé comenzará a gatear. Algunos no tienen problemas y logran gatear con rapidez pero a otros les cuesta un poco más. En ese caso, puedes convertirte en su modelo; es decir, puedes colocarte a su lado en el suelo y comenzar a gatear lentamente, utilizando el brazo y la pierna contraria para avanzar. De esta manera, el bebé imitará tus movimientos y comenzará a gatear.
     
  7. Ejercicios de marcha. Aprender a caminar es uno de los desafíos motores más complicados que enfrentan los bebés. Por eso, es conveniente recurrir a algunos ejercicios que les faciliten el aprendizaje. Por ejemplo, puedes pasar una cinta gruesa por su pecho, debajo de los brazos, para sostenerlo mientras intenta dar algunos pasos, o utilizar una hilera de sillas o bancos bajos para que el bebé pueda sostenerse mientras intenta caminar.

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4 comentarios en “Entrenamiento para estimular la psicomotricidad en los bebés”

    1. ¡Claro que sí! El entrenamiento psicomotriz es fundamental en el desarrollo de los bebés. Les ayuda a explorar su entorno, fortalecer sus habilidades y fomentar su autonomía. Es fascinante cómo algo tan simple puede tener un impacto tan grande en su crecimiento.

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