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3 consejos para combatir el baby lag
La llegada de un bebé siempre es motivo de alegría, aunque la irrupción del pequeño en casa genera algunos cambios en los hábitos cotidianos que pueden pasarles factura a los padres. Uno de los problemas más comunes es el “baby lag”, un término inspirado en el jet lag, el desequilibrio provocado por los largos viajes en avión que implican cambios en los husos horarios, pero que en este caso está causado por la necesidad de atender constantemente al bebé, lo cual afecta el sueño de los padres.
¿Cuáles son los síntomas del baby lag?
El síntoma más común del baby lag es el cansancio extremo. Muchos padres refieren que funcionan en “piloto automático” y que tienen que luchar para poder mantener los ojos abiertos. La falta de sueño también afecta su estado de ánimo, por lo que los padres suelen sentirse irritables y cualquier cosa les molesta.
El baby lag también hace que reaccionen con mayor lentitud ante los estímulos e incluso puede crear una especie de niebla mental que afecta la capacidad para solucionar problemas. También se ve afectada la concentración y la memoria, por lo que los padres suelen olvidar las tareas o confundirse.
El problema es que como el bebé aún no tiene un horario de sueño regular, se despierta varias veces en la noche, por lo que los padres no logran conciliar un sueño profundo, que es precisamente el más reparador y el que prepara al organismo para enfrentar la próxima jornada.
Recomendaciones para evitar el baby lag
Intenta que tu bebé duerma mejor.
Si tu pequeño duerme profundamente, también tú podrás hacerlo. A partir de los tres meses es muy importante que vayas instaurando una serie de rutinas relajantes que contribuyan a que el sistema nervioso del bebé disminuya su nivel de activación a medida que se acerca la noche, como un masaje o un baño con agua tibia. Antes de ese momento, es difícil que el bebé se adapte a tus horarios, pero puedes asegurarte de que su habitación tenga una temperatura agradable y no esté expuesta a ruidos que puedan despertarle. También puedes irle enseñando a diferenciar el día y la noche, para lo cual se recomienda que durante el día no le dejes durmiendo a oscuras.
Aprovecha cada momento.
Los recién nacidos duermen mucho, aproximadamente entre 16 y 17 horas al día, pero durante sus primeras semanas de vida no suelen dormir más de tres o cuatro horas seguidas, ya sea de día o de noche. Se cree que esos ciclos de sueño más cortos en los que predominan las fases REM son fundamentales para el desarrollo de su cerebro. A partir de la sexta u octava semana la mayoría de los bebés ya comienzan a distinguir el día de la noche y duermen durante periodos más largos al caer la noche, si bien seguirán despertándose para alimentarse. Por tanto, tendrás que armarte de paciencia e intentar dormir mientras tu bebé duerme. Descansa siempre que puedas.
Haz turnos.
Para poder dormir con mayor tranquilidad, lo mejor es que tú y tu pareja os turnéis para atender al bebé. A partir del primer mes ya podrás incorporar el biberón, de manera que tu pareja también puede despertarse por la noche para alimentar al bebé. Algunas madres refieren que el colecho les permite alimentar a su bebé fácilmente y descansar mejor, pero esta práctica no está exenta de riesgos, sobre todo de asfixia si los padres se quedan profundamente dormidos.
Relájate.
Muchos padres, sobre todo los primerizos, experimentan una gran ansiedad durante los primeros días debido a que están enfrentando una experiencia completamente nueva para ellos. Es algo normal, pero debes intentar relajarte porque esa tensión afectará tu sueño. Pon en práctica una rutina relajante que te ayude a dormir, como aplicar unos minutos de meditación mindfulness, escuchar música o tomar un baño caliente antes de irte a la cama.
¡El baby lag es real! ¿Alguien más lidiando con esto? ¿Algún consejo que realmente funcione?
¡Qué artículo tan interesante! Nunca había pensado en el baby lag, pero ahora entiendo mejor sus síntomas y cómo evitarlo.
¡Vaya, el baby lag es real! A veces desearía que los bebés vinieran con un botón de apagado. ¿Alguien tiene alguna otra recomendación para evitar este cansancio extremo?
Jajaja, definitivamente el baby lag es real y agotador. No sé si hay algo más efectivo que un botón de apagado, pero te recomendaría tomar siestas cortas cuando el bebé duerma y pedir ayuda a familiares o amigos. ¡Ánimo!